Ya sabíamos que existía la adicción a las drogas y a quienes padecen este tipo de adicciones se les llama drogadictos.
Adictos al alcohol y en este caso nos llaman alcohólicos.
Existen los adictos al juego y se los denomina ludópatas.
A los adictos a la traición se los llama Cletomanos.
Pero en esta jungla de adicciones, no dejan se sorprendernos las nuevas formas de pulsiones desenfrenadas de algunos personajes, que son inclasificables para la ciencia.
Hay un rarísimo caso de enfermedad padecida por el abogado Monner Sanz, que tiene una irrefrenable compulsión a denunciar cosas. No importa cuales. Cosas.
Elevamos pues, a Monner Sanz, a la categoría de denunciador serial.
Llamaremos a la patología sufrida por este paciente como denunciómano o síndrome de Monner Sanz.
Deberá aparecer en los diccionarios de la siguiente manera:
Denunciomano: Adicción padecida por el doctor Monner Sanz, que lo impulsa desenfrenadamente a realizar denuncias de cualquier tipo, aún a risgo de hacer el ridículo.
La última sobredosis de denuncia que se aplicó Monner Snaz, recayó en la figura de el sociólogo y bloguero don Artemio López que a su vez sufre de peronismo terminal.
Hacemos votos a través este medio y encendemos velas a la virgen desatanudos, para que de una vez por todas el señor López Artemio de la peña de los Torinos tenga la deferencia de atendernos el teléfono a Radio Nacional Bariloche, ya que el contestadorcito no nos entrega la data que necesitamos.y dice "artemio López" y nada más.
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