En mi casa se percibe un presistente olor a chamuscado. Es la fricción de mis pelotas al ser arrastradas por el piso, víctimas de una hinchazón provocada por el virus de la influenza clarinezca que asola la república Argentina desde hace décadas, pero ha tenido su pico de infección a partir de 2008.
La verdad es que el odio no es un sentimiento muy cultivado por este que escribe. Por ahí si el desprecio, pero no el odio. Hago una honrrosa excepción con el grupo Clarín y sus satélites.
Me producen náuseas. Profundo odio. Creo que se debe a que me faltan el respeto como televidente,oyente o lector. No respetan mi inteligencia.
Ahora vuelven a joder con lo de las interferencias, con la mas repugnates de las malas leches!
Dejan el final abierto como para que los analfabetos mediáticos se coman el sapo,
como el glifosato, de que es el gobierno el que los interfiere.
Agrego esto para lean de los muchacho de Que te pasa Clarín? que casualmente se preguntaban acerca de la inexistente aclaración de la intervensión anterior del comando de la telescuela técnica montonera de Bombita Rodriguez.
Me pasa lo mismo. Es la primera vez que me provocan odio. No me quiero hacer el Gandhi, pero te juro, cada vez estoy más cerca de Delia.
ResponderEliminarPero a este odio se suman Lanata y Grondona. Estos tipos no tienen escrupulos.
Si es increíble los sentimientos que son capaces de despertar. Es como que me llevaron a radicalizarme(con perdón de la palabra ja!. Yo era más moderado. Yo guardo en mi corazoncito odiador un lugar privilegiado para J Morales Solá, M. L. Santillán, con sus caras irónicas de un $1,99. Bonelli, Silvestre,Majul .Son inimputables, son demasiado boludos como para odiarlos. Confieso que odio más a estos crápulas del partido clarín que a los propios candidatos opositores. Uno sabe lo que es Macri, el Colo, la tornasolada chaqueña. Estos tipos se revisten de bronce y se creen Alberdi, Belgrano, Moreno. Pedazos de hijos de la recalcada puta madre que los parió.
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