sábado, 20 de junio de 2009

Copado con Copani

Disidentes

por Ignacio Copani Invierno 2009


Según el diccionario de la Real Academia, disidente es quien se separa de la común doctrina, creencia o conducta.

Cuando alguien se presenta como disidente, debe anclar su título en alguna entidad ya consagrada, para otorgarse a sí mismo una relevancia que no podría manifestar desde sus propias actitudes, logros y demandas.

A partir de allí, intentará ilustrar lo contrario, lo opuesto, lo diferente que es al soporte que le da nombre a su disidencia.

Contrario, opuesto, diferente, en el mismo diccionario, quiere decir: Anti.

Es entonces lo mismo ser Peronista Disidente, que Antiperonista.

Disentir con Perón, con Evita, con la impronta de progreso, independencia y trabajo de su legado, con la historia de su lucha, de su resistencia y de su amor, hace del disidente la verdadera contracara del Peronismo.

Los Peronistas somos Peronistas.

Esa es nuestra identidad, con el matiz que la individualidad y el conocimiento nos permita sentir, con el irrenunciable objetivo de llegar a la felicidad de nuestro pueblo, con ventanas y brazos abiertos para lograrlo junto a los compañeros de otras vertientes del campo popular que estén decididos a embarrarse en pos de ese destino, no declamando sino concretando.

Nadie puede arrogarse la facultad de subtitular al Peronismo.

Nadie posee un Peronómetro para codificar este ideal, que por tan básico, a algunos les resulta incomprensible.

No somos ¨un poco peronistas¨, ni ¨bastante peronistas¨, ni ¨neoperonistas¨, ni ¨filoperonistas¨, ni ¨demasiado peronistas¨, somos nada más y nada menos que Peronistas.

Dicen que si nos tiran un ¨choripán¨… vamos… Capaz que es cierto, aunque en tiempos de dictaduras y bombardeos, no tiraron con choripanes… y fuimos igual…

Y sin disidencias.

Ignacio Copani

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