viernes, 28 de agosto de 2009

A-G-O-T-A-D-O !

Después de una jornada larguisisíma termino la cumbre de UNASUR. Fue una cumbre donde estuvieron todos los condimentos necesarios para cumplir con la expectativa que mantuvo en vilo a muchos más que unos cuantos. No voy a bundar en los detalles del documento firmado, ni en lo que dijeron los mandatarios. Eso fue debidamente cubierto por la tv y radio públicas, así como centenares de medios de todo el mundo. La sensación que quedó es de fortaleza de esta incipiente unión latinoamericana. Fue una demostración hacia el mundo de que "La Patria Grande" que soñaron San Martín, Bolívar, O'higgins y Perón no está muerta y enterrada como se creía no hace mucho tiempo. Además dejamos de ser el dulce bocado que se tragaba mansamente como un bombón de Mamushka. Ahora somos una presa llena de espinas y ángulos filosos que laceran las glotonas fauces imperialistas, acostumbradas a deglutir de a uno, a esos "paisitos" de suramérica. Eso se acabó. Los cipayos fueron abordados en forma contundente por varios flancos. No obstante hay que reconocer que Uribe no sará muy cipayo, pero de boludo no tiene un pelo. Se defendió como gato entre la leña. Resultados : la UNASUR sigue viva. Aunque no gozo del don de la objetividad, me animo a decir que que Correa, Chávez, Evo y fundamentalmente la anfitriona Cristina salieron fortalecidos de esta cumbre. Salió fortalecido Bariloche, que gozó de todos los elogios habidos y por haber por parte de los mandatarios que se deshilacharon en ponderaciones a las bellezas de esta ciudad. Y saben una cosa? tienen razón. Es maravilloso todo. Lástima que no acompaño el clima, porque no dejó de lloviznar durante casi todo el día. Igualmente el espectáculo visual del Lago Moreno y Nahuel Huapi y el Cerro López nevado de fondo es imponente. El Emprotur debería hacerles un moLUmento a los presidentes que fueron hasta repetitivos en hablar sobre el paisaje. Nos vino fenómeno, porque esta fue, entre la gripe A y la crisis internacional una temporada invernal para el olvido. foto: ANB

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