Cuando era chico en mi pueblo se veía un solo canal de televisión. Canal Nueve Telenueva de Bahía Blanca., que en aquel momento pertenecía a el diario “
Recuerdo muy bien que la transmisión empezaba al mediodía con un noticiero. Luego a las novelas y a las cinco de la tarde los dibujitos.
Como esperaba el momento de los dibujitos… todo el día ansioso por que llegue el momento de ver a Carozo y Narizota u Odisea Burbujas o el Correcaminos, Meteoro, Astroboy, Joe 90, Sapienso y que se yo cuantas giladas que me alucinaban en aquellos años.
Era un solo canal y era lo único que había.
Tengo muy fresco en la memoria que durante la guerra de Malvinas cortaron los dibujitos y pasaban el rosario en directo desde la catedral de Bahía. Fue terrible.
Era un odio tan profundo hacia quién había tenido el tupé de quitar los dibujitos, para poner el largo, tedioso e interminable rosario.
También en el verano nos pasaba, que la transmisión arrancaba como las seis de la tarde y sin dibujitos o muy poquitos. Por esta y no otra razón, deseaba que empezaran las clases de una vez. Porque cuando comenzaban las clases, empezaban nuevamente los dibujitos.
Toda esta perorata viene a cuento de lo que escuche decir ayer al Senador de
Cuando hablaba Tristán Bauer, interrumpio su ponencia para presentar las quejas sobre una presunta aparición de elefantitos y jirafas a través de la televisión Pública, mientras ellos(los clarinetistas) hacían uso de la palabra.
Lo que no sabe el Senador Morales o no le importa, y me inclino por esta última hipótesis, es que
Los dibujitos son muy importantes para los chicos y lo que no pueden pagar para ver Nickelodeon, Disney Channel, Discovery Kids se tienen que contentar con estos, que son los únicos gratis.
Pero claro, no venden los programas infantiles.
Lo que si vende, son las novelitas de pendejos, muy pendejos que actúan en la vida como casi adultos y sirven para formatean el marulo de los inocentes niños televidentes que copian lo aprenden en la tele. Les enseñan a ser divinas o populares.
Les enseñan que si no tenés una determinada ropa o zapatillas X , sos un perdedor, una grasa…
También venden a las 5 de la tarde, las tetas y los culos y las escenas lésbicas y el garche sofcore de los los famosos que visitan showmatch.
Allí están presente sin falta, en los programas de chimentos, “a la hora de tomar la leche” ,el análisis pormenorizado de cómo Eugenia Ritó le manoteó el Ganso a un bailarín, repitiendo en diferido el material de Tinelli. En cámara lenta para ver que grado de cogoteo manual tuvo el aparato reproductor del danzarín.
Venden las publicidades de los mensajes de texto para ver a Jessica Cirio en pelotas, el Kamasutra y tenés que mandar la palabra culeo al 69-69.
No intento con esto erigirme en moralista, porque no lo soy. Pero “una cosa es una cosa y otra cosa es otra cosa” diría Panigazzi.
Esta es la televisión que Gerardo Morales defiende a ultranza. La de los pingües negocios, la que no repara en ningún método por perverso que sea para ganar más dinero y generar más poder.
Por eso le molestan los elefantitos y las jirafas de
Invisibles siempre y cuando no sean parte de una catástrofe que venda segundo de publicidad y sirvan para desgastar al único gobierno que tuvo la osadía de enfrentarlos e intentó retacearles los privilegios.
Brindo por muchos elefantitos y muchas jirafitas!
pasa que Morales ya esta viendo elefantes rosados hasta en la sopa
ResponderEliminarEs un tipo que realmente me resulta despreciable. No es porque piense diferente a lo que yo pienso, sino por lo arrastrados y funcionales que pueden ser frente al poder mediático.
ResponderEliminarEs una pena que la UCR haya caído tan bajo.